La sociedad actual, estresante, con trabajos sedentarios frente a la pantalla del ordenador requiere que, al menos, tengamos unos hábitos de nutrición saludables. Sin embargo, tenemos que cambiar nuestra relación con la comida y con la forma de comer.
La obesidad, que es la plaga de nuestro siglo, los déficits nutricionales o los hábitos nutricionales inadecuados son las principales preocupaciones de la población general respecto a la dieta.
Nuestra sociedad se ve afectada, cada vez más por el sedentarismo. Esto está relacionado con un menor gasto de energía y afectaciones en el aparato locomotor, la respiración y las emociones, en espacial la depresión y ansiedad.
“EL SEDENTARISMO Y LOS MALOS HÁBITOS NUTRICIONALES ESTÁN RELACIONADOS CON ENFERMEDADES CRÓNICAS ORGÁNICAS Y NUTRICIONALES”
La relación que tenemos con la comida se ha ido desconectando progresivamente. Cada vez más, comemos para aliviar la ansiedad y menos para conseguir nutrientes de alta calidad. No comemos de manera “consciente” sino que resolvemos, de la manera más rápida, nuestras comidas. Esta manera de alimentarnos pone en riesgo nuestra salud y calidad de vida.
Consecuencias de no tener unos hábitos de nutrición saludables
La combinación del sedentarismo con unos malos hábitos de alimentación puede tener graves consecuencias incluso a largo plazo. Los principales riesgos de esta malnutrición son:
– Obesidad.
– Enfermedades cardiovasculares.
– Diabetes tipo 2.
– Síndrome metabólico.
– Alteraciones emocionales y psicológicas.
Evidencias científicas
- La obesidad está asociada a la actividad sedentaria, por ejemplo, aquellas personas que pasan más de 8 horas sentadas.
- Pocas alternativas de alimentos saludables, que no estén ultra procesados.
- Riego elevado de padecer enfermedades, como hipertensión, alteración de los lípidos, síndrome metabólico inflamatorio, etc.
- Un estilo de vida sedentario y el consumo de alimentos ricos en azúcar pueden provocar diabetes de tipo 2.
- Los malos hábitos nutricionales, se asocian con obesidad, baja autoestima, reducción de la capacidad respiratoria y depresión, etc.
Cambiar “hacia” hábitos de nutrición saludables
Cambiar los hábitos nutricionales y tomar comidas saludables es un proceso complejo. Para hacer estos cambios se tiene que tomar conciencia sobre lo que comemos. Además, influyen aspectos de comportamiento (psicológicos), emocionales y de nuestro entorno.
– Debemos detectar que “formas” de comer no son adecuadas.
– Forma de hacer las compras, evitando los alimentos. ultraprocesados.
– Convertir las comidas compulsivas por comidas conscientes
– Detectar los aspectos de nuestro entorno que nos generan estrés o ansiedad.
Cuando una persona quiere cambiar y adoptar unos hábitos de nutrición saludables, debe tener claro su objetivo, prever las dificultades con que se va a encontrar. Debe pensar a largo plazo, y desarrollar estrategias que le permitan mantente en un estilo de vida más sano.
La Psicología de la forma de comer y los hábitos alimenticios
La forma como comemos no depende sólo de nuestra necesidad de nutrientes o de las sensaciones de apetito del estómago. Existe un conceto llamado “alimentación emocional” en le que la persona tiene unos hábitos dietéticos que usa para manejar sus emociones. El estrés, la tristeza, la ansiedad o el aburrimiento son aspectos psicológicos y emocionales que influyen, y mucho, en nuestros hábitos de nutrición.
El cambio de hábitos para tener una nutrición saludable requiere de un enfoque multidisciplinario en el que debe tenerse en cuenta la nutrición, la actividad, tanto laboral como deportiva, y la psicología de la persona. Este enfoque es esencial para lograr el cambio de hábitos. De esta manera podremos saber cuáles son las necesidades nutricionales de la persona, conocer lo que come (mediante la encuesta alimentaria) y detectar qué situaciones emocionales desencadenan los desórdenes en las costumbres alimentarias. Sobre este último punto, podemos diseñar mecanismos para manejar la psicología individual sin necesidad de recurrir a la comida.