Los carbohidratos simples o azúcares tales como los encontramos en las galletas, dulces o bebidas gaseosas pero también en muchos alimentos que aparentemente no son dulces como las patatas chips y casi todos los alimentos procesados son “el gran peligro” del mundo de la alimentación.
Estos alimentos te dan un impulso energético inmediato pero a la larga te vas a arrepentir. Son nocivos para la salud y sus efectos se producen a largo plazo.
Podemos desintoxicarnos de nuestra adicción (porque algunos estudios lo consideran una adicción) y adquirir hábitos nutricionales más sanos a largo plazo.
Si llegado el momento, te haces consciente del consumo que haces de tu consumo de azúcares, te sorprenderás de la gran cantidad que estás consumiendo. Hay tanto azúcar en una galleta de chocolate como en un bol de cereales. Los azúcares están en muchos alimentos y es difícil resistirse a ellos. ¿Qué pasará a tu cuerpo si eliminas los azúcares de tu dieta?
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Al dejar los carbohidratos tu cuerpo empieza a quemar grasa
Inmediatamente. Al reducir el ingreso de carbohidratos, automáticamente reducimos las calorías de la dieta. La energía que falta la obtenemos de la combustión de las grasas de almacenamiento, la grasa subcutánea o los famosos “michelines”.
Si la sangre tiene niveles de glucosa bajos, al hacer ejercicio empezaremos a quemar el glucógeno y la grasa intramuscular y, la grasa periférica. Puedes estimular la reducción de estos lípidos periféricos usando determinados suplementos como la cafeína o la carnitina que favorecen la movilización de los lípidos.
Si dejas los carbohidratos, ¡tendrás menos hambre!
No son las calorías las que dan la sensación de saciedad, ¡son los nutrientes!: la fibra, las proteínas y las grasas saludables. Por desgracia, los carbohidratos refinado no tienen estos nutrientes. Por tanto, a pesar de que llenan el cuerpo de calorías rápidas y baratas, no dan sensación de saciedad.
No importa qué cantidad consumas, tu cuerpo seguirá a la búsqueda de comida. El resultado es un “tú” mismo a la búsqueda de más y más azúcares. Como alternativa: empieza el día con un alimento rico en grasa y proteína como yogur griego, huevos revueltos o pudding de chía y reducirás tu hambre.
Al dejar los carbohidratos, la barriga se aplana
Una de las primeras cosas que notas al reemplazar los azúcares por alimentos ricos en fibra es que el vientre se aplana. La razón está en que tomamos poca fibra (en general, menos de la mitad de lo que deberíamos).
Como resultado, la flora o microbiota saludable del intestino que nos mantiene delgados tiene menos substrato y la flora intestinal no saludable que hace auténticos festivales con los azúcares que les llegan, producen inflamación de la mucosa del intestino y gases que hacen que aparentemos tener una barriga más grande.
Empieza haciendo cambio que te sean naturales. Cambia el plan blanco por pan integral o añade algunas legumbres o frutos secos. Si tienes hambre entre comidas, toma nueces que son una excelente fuente de fibra y de grasas saludables que contribuyen a reducir la inflación del intestino y facilitan la digestión.
Recudir los azúcares reduce mucho el riesgo de padecer diabetes
Los carbohidratos simples o azúcares son en su mayoría glucosa que puede poner en riesgo al cuerpo tanto a corto como a largo plazo. Cuanto mayor sea la cantidad de glucosa que tomes, más insulina produce el páncreas lo que eventualmente te puede conducir a padecer resistencia a la insulina.
La insulina es una hormona que sirve para reducir la cantidad de glucosa en la sangre llevándola a las células del organismo. Si tomamos un exceso de glucosa, este mecanismo se ve superado y al final, la glucosa no se reconduce a las células sino que se queda en la sangre. El incremento de glucosa en la sangre es la diabetes.
Los carbohidratos ricos en fibra son más difíciles de digerir pero evitan los “picos” de azúcar en la sangre que hacen que se dispare la insulina.
Cuanto más baja y estable mantengamos la cantidad de glucosa en la sangre, menor será la liberación de insulina por el páncreas y más sensibles serán los tejidos para poder regularla, lo cual es bueno y saludable.
Al dejar los azúcares los músculos pueden crecer
Casi todos los alimentos son más saludables que los azúcares simples. En parte, esto se debe a que los azúcares no tienen proteínas que son los bloques con los que se construye el músculo, la piel y muchas estructuras de los órganos internos.
Si tomas alimentos ricos en proteínas y otros nutrientes asociados, aportamos aquello que el propio cuerpo necesita sin necesidad de aportar calorías extra.
Si tienes hambre entre comidas, evita los “snacks” de las máquinas expendedoras y toma barritas de proteína que aportan combustible reconstructor a tu cuerpo y te dan una energía estable hasta la siguiente comida.
Si dejas los azúcares, te notas más energético
No todos los carbohidratos son malos, desde luego. El cuerpo necesita carbohidratos para funcionar correctamente y son especialmente importantes para la función del cerebro, el corazón y el músculo.
Al cambiar de carbohidratos simples a complejos (frutas, vegetales, cereales y arroz integrales, arroz, quinoa y otros cereales en grano, nos aseguramos una fuente estable de energía y evitamos las subidas y bajadas que causan los azucares. De esta manera no nos hará falta acudir a fuentes alternativas de energía y tendrás un estado energético estable.
La menor cantidad diaria recomendable de carbohidratos es de 50 gramos. Evitemos caer por debajo de esta cantidad si no queremos tener bajones de energía. Como siempre, lo óptimo es tener una dieta equilibrada y que cumpla todas las recomendaciones dietéticas internacionales. Como hemos visto, el exceso de azúcares es un problema y, por tanto, debemos reducir al mínimo su consumo.