El ser humano tiene gran cantidad de plexos (nerviosos, vasculares, musculo-tendinosos,…) que se subdividen, a su vez, en plexos cada vez menores. El sistema arterial es un árbol, cada una de cuyas ramas es un árbol menor que podemos ir seccionando hasta llegar a niveles microscópicos.
De la misma manera, podemos considerar que todo el organismo humano está representado en la planta del pie (como se propone en la reflexología podal) y que toda la sensibilidad de la piel del cuerpo está representada en el córtex cerebral como el homúnculo de Penfield.
La información sensorial de cada tipo se procesa en partes específicas del cerebro dependiendo de cada uno de los estímulos que percibimos.
Normalmente se forma como un mapa que representa la totalidad del cuerpo humano en el córtex, como un pequeño mapa en forma de pequeña persona: lo que llamamos homúnculos.
Este preciso mapa de las diferentes partes corporales incluye la piel (tacto), la retina (vista), el caracol (oído) o el epitelio olfatorio (nariz). Estos mapas son la primera etapa en la formación de una representación de la formación del mundo exterior en que vivimos.
De la misma manera, las zonas cerebrales que se ocupan de la actividad motora de los músculos tienen una organización que también tiene la forma del hombrecillo (mapa)
Las conexiones nerviosas están ordenadas de manera que representan la musculatura y los movimientos que hacemos.
El cerebro tiene, al menos, dos tipos de mapas nerviosos que son una representación del cuerpo: uno de las percepciones sensitivas y otro de las órdenes motoras. Los dos mapas están conectados entre sí de una forma que aún desconocemos (“Principios de Neurociencia”, Kandell, E; Schwartz, J; Jessell, T.).
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Llama la atención que el homúnculo del cerebro es una representación del hombre que somos; es una estructura fractal. Asimismo, observemos que los sentidos que tienen una representación del mapa humano en el córtex son la piel, nariz, retina y oído; justamente aquellos que sean utilizados habitualmente como zonas reflejas de acupuntura.
La Reflexología es un concepto fractal por el que representamos de manera fractal el cuerpo humano, son redes de redes. Hay mapas corporales en las manos, pies, nariz, iris/retina y oreja.
El organismo humano es una red de redes, plexo de plexos, y cada uno de ellos tiene la forma y la información de otros niveles, mayores o menores.
A su vez, cada ser humano pertenece a una familia, pueblo o sociedad y en conjunto estamos en simbiosis con los ecosistemas y la tierra en su conjunto.
El mapa somatotópico (de “somato”, cuerpo / “topo”, lugar ), el “hombrecillo del córtex” se ve variado por el aprendizaje y dan una expresión biológica a la individualidad.
Los cuatro mapas de la superficie corporal de la corteza sensorial varían según los individuos y el diferente uso que hace cada uno de los diferentes sentidos.
Las conexiones nerviosas de la corteza pueden expandirse o contraerse según su actividad. Es lo que llamamos “plasticidad cerebral”. Según el uso privilegiado de uno u otro de los diferentes sentidos se reorganiza toda la vía nerviosa de ese sentido.
Existen experimentos que demuestran que la experiencia altera (aumenta la superficie) de los mapas sensoriales del cuerpo, los homúnculos. El sistema nervioso en su conjunto, desde las neuronas sensoriales, pasando por el tálamo, el córtex cerebral y las respuestas motoras pueden reordenarse.
La organización neurológica tiene la capacidad plástica de modificar el número de neuronas y sus conexiones (incluso el tamaño de las zonas del cerebro implicadas) para adaptarse a una mayor o menor uso de las vías sensitivas y motoras.
Esta sería una explicación para las extraordinarias recuperaciones funcionales de personas que han sufrido accidentes cerebro-vasculares o las habilidades motoras de niños y deportistas de rendimiento.