Recuerdo este extracto -antiguo- de un artículo de The Guardian, en el que un periodista deportivo inglés describe sus impresiones tras ver unas fotografías del famoso jugador David Beckham (ahora ya retirado).
“Investigan las fotografías del gran hombre (David Beckham) con el torso desnudo, tras la victoria del Madrid sobre el Deportivo de La Coruña del 26 de mayo de 2007, en las que su costado izquierdo aparece decorado con unas cintas pegadas en forma interesante y de color rosa.»
A primera vista, parece la forma de dos cactus de los que vemos en los dibujos animados ambientados en el lejano Oeste.
¿Podrían ser un mensaje a su futura audiencia? Por otro lado, también, podría ser un intento fallido de reproducir en sánscrito, mediante cintas de esparadrapo, un mensaje que estaría en consonancia con algunos de sus tatuajes…
Sin embargo, la respuesta correcta no es ninguna de las anteriores, explica sosegado su representante: «Simplemente tiene un nudo (se refiere a un área miofascial con hipertonía, dolor referido y restricción de la movilidad) en la espalda y las cintas le ayudan a disminuir la tensión en esa zona«.
También asegura que no hay patrocinio lucrativo del misterioso adhesivo de color: «El vendaje y su color fueron elegidos por el personal de terapia del Real Madrid, no por David. Dicho esto, si el regreso del centrocampista es un éxito, espero que todos lo lleven puesto.”
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Una de sus primeras denominaciones entre el gran público del Kinesiotaping o Vendaje Neuromuscular, fue ‘los vendajes de colores’. Éstos tienen su origen en la Kinesiología (estudia la relación entre los movimientos del cuerpo humano y la salud) de ahí su nombre Kinesiotape.
Los Doctores Kenso Kase y Murai lo creroan en Asia, en 1973. Su confección requiere unas cintas de esparadrapo elásticas longitudinalmente, adhesivas y con la peculiaridad de ser porosas, resistentes al agua.
Su efectividad recae en las propiedades elásticas de la venda, combinada con el uso de una direccionalidad muy precisa y la aplicación para cada técnica de un grado de tensión muy concreto, sumado a los movimientos de quien lo usa, conseguimos que se forman una serie de ondulaciones o convoluciones en el vendaje.
Estos pliegues separan los planos entre los tejidos, hecho que disminuye la presión entre la piel y el músculo, a la vez que descomprime al líquido intersticial, regulando la circulación sanguínea en la zona y el drenaje de la linfa, lo que permite facilitar los movimientos sin restricciones y la disminución el dolor local.
La suma de lo anterior permite activar los procesos naturales de autorregulación del cuerpo, y facilita que el dolor que ha aparecido con el movimiento desaparezca a través del mismo.
Pues con el Vendaje Neuromuscular se está influyendo desde el exterior las 24h y de 3 a 5 o en ocasiones hasta 7 días, que es el tiempo máximo que pueden llevarse sin que pierdan efectividad, es un método sencillo de aplicar pero requiere conocer bien todas sus indicaciones para emplearlo con éxito.