Los efectos del masaje linfático son muy variados, hoy vamos a hablar de ellos.
La linfa es uno de los líquidos más importantes y menos conocidos de nuestro organismo. El cuerpo humano produce unos 3 litros de linfa al día que, después de pasar por una compleja red de vasos y nódulos (o ganglios linfáticos) que abocan al sistema circulatorio.
Este ciclo de producción y vaciado sirve para eliminar los residuos del metabolismo de los tejidos; son residuos que por su tamaño o composición no se pueden recoger por el sistema de capilares sanguíneos, el sistema “tradicional”.
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El sistema linfático tiene, además, las siguientes funciones:
- Efecto defensivo relacionado con el sistema inmunitario
- Filtra las bacterias y otros productos nocivos
- Fabrica linfocitos que intervienen en la integridad del organismo
- Absorción de las grasas en el tubo digestivo
- Regulación del volumen de la sangre
- Equilibra el medio interno donde están todas las células
El drenaje linfático es un tipo de masaje que está dirigido específicamente a la movilización y renovación de la linfa. Es un masaje muy técnico que se aplica con mucha precisión, muy superficialmente y dirigiendo la circulación de la linfa hacia los nódulos o ganglios linfáticos. Estos nódulos son las “cisternas” donde se almacena la linfa para ser bombeada hacia la siguiente estación.
El linfoterapeuta; el especialista en drenaje linfático, debe aplicar las técnicas de manera que la linfa circule desde los extremos hacia el centro, hacia las zonas más ricas en ganglios linfáticos: axilas, ingle, cuello, hueco poplíteo y en la profundidad del abdomen. Los pases son muy suaves y se hacen con una presión muy pequeña para evitar que los capilares linfáticos no se colapsen debido a su baja presión.
Efectos del masaje linfático sobre los líquidos
El masaje actúa a través de la piel, directamente sobre los músculos, huesos y articulaciones. En determinadas zonas, su acción repercute sobre los órganos abdominales (masaje contra el estreñimiento) o la dermis más adiposa, el tejido adiposo bajo la piel (masaje para la celulitis).
Las maniobras de masaje, al comprimir y liberar la presión sobre los tejidos internos, mueven los líquidos de todo el organismo de una forma global. Por ejemplo, al hacer un masaje sobre un músculo y presionar, el agua sale de las fibras musculares al medio exterior.
Al dejar de hacer presión, las fibras absorben, como si fuera una esponja, esta agua hacia su interior. Este proceso de entrada y salida de agua sería como una especie de lavado que sirve para limpiar y recuperar la musculatura. Este ejemplo llevado al conjunto del organismo explica la función recuperadora del masaje.
Efectos del masaje en el sistema linfático
El quiromasaje tiene dos efectos sobre el sistema linfático y el movimiento de la linfa. En primer lugar, al movilizar todos los líquidos del cuerpo, actúa como “llamada” para atraer la linfa hacia el sistema circulatorio en general y por tanto descarga de residuos tóxicos el entorno de las células.
Es decir, acelera los procesos de limpieza de los tejidos. Este efecto es inespecífico y alcanza a muchas zonas del cuerpo sin centrarse en ninguna en concreto.
En segundo lugar, podemos hacer un trabajo más localizado, es decir, con la intención de producir un efecto en una zona concreta; el tobillo o el hombro, por ejemplo.
Las maniobras más adecuadas del quiromasaje para tener mayores efectos sobre el sistema linfático son los roces suaves. Estos pases que se usan también en la renovación venosa, son eficaces si los aplicamos con unos ligeros bombeos. La dirección del roce debe hacerse en dirección distal a proximal, es decir, desde la punta de la extremidad a la raíz.
Por ejemplo, una lesión de tobillo tendrá beneficios en el sistema linfático que serán antiinflamatorios si se practican roces suaves desde la zona de la lesión hacia el hueco poplíteo. En el caso del hombro, la dirección del pase es hacia las axilas.
Conclusión
El masaje es una técnica manual que tiene una gran cantidad de efectos beneficiosos para la persona. El sistema linfático es uno de los que se ven estimulados por el masaje general o por maniobras más específicas que dependen de las habilidades del masajista.
El estímulo del sistema linfático favorece la “limpieza” o eliminación de los residuos tóxicos del entorno de las células. El sistema linfático también tiene efectos en el desarrollo de la inmunidad o sea, en la actividad del sistema defensivo y de integridad del cuerpo humano.
El drenaje linfático es la técnica específica idónea para movilizar la linfa pero el masaje también tiene efectos sobre la circulación del sistema linfático. En ambos casos, la salud de la persona se verá muy beneficiada a través del correcto funcionamiento de la linfa, de los vasos y de los ganglios linfáticos. ¡Recordemos siempre al sistema linfático, la parte olvidada del sistema circulatorio!