Integración corporal manual
El cuerpo humano es una totalidad mecánica: músculos, células, huesos, piel, vísceras, tendones, aire, líquidos… Todos contribuyen a la estabilidad del organismo en su conjunto. Así mismo, todos mantienen la estabilidad del medio interno, la conservación del individuo y la conservación de la especie.
Es imposible separar la aportación de unos o de otros (desde el modelo mecánico así como desde el fisiológico, emocional o de la especie). Es el concepto de “holismo” que se ha convertido en una palabra “fetiche” y que todavía no hemos asumido por completo. Las culturas orientales, por ejemplo, tienen la idea del organismo como un todo como una concepción arraigada y usada en la práctica desde hace miles de años.
Un nuevo concepto de medicina es posible
El objetivo de toda forma de entender la medicina es generar un ambiente estable tanto dentro del organismo como en el entorno que nos rodea.
Debemos, sin embargo, anotar que la estabilidad se produce en el contexto de un recambio constante, entre sistemas que se organizan: los átomos y tejidos se renuevan constantemente, el flujo de energía es constante, la materia y la energía pasan de una célula a otra, de un órgano a otro a una velocidad inimaginable.
La enfermedad o lesión no existen. Cada ser humano es único y nace con el bagaje genético que lo conforma. Las circunstancias en las que se desenvuelve la persona (siendo la principal la fuerza de la gravedad) comprimen y condicionan su la evolución de su desarrollo, alteraciones orgánicas y síntomas.
Los síntomas son las manifestaciones externas de las compensaciones necesarias para mantener el equilibrio a lo largo de la vida y son los motivos por los que una persona acude en ayuda de un facultativo o terapeuta manual.
Las personas sufren bloqueos; bloqueos emocionales, de riego sanguíneo, atrapamientos nerviosos, nudos cicatriciales, etc. Teniendo en cuenta lo anterior, las formas en que pueden actuar los diferentes métodos de terapia manual.
- Efecto sobre el nivel celular (mecanotrasducción).
- Liberación de restricciones al flujo en materia, energía o información.
- Reorganización neurológica: desaprender para volver a aprender: gestos, posturas, sensibilidades, percepción de “normalidad”, etc. Recordemos, por ejemplo, que cuando una persona tiene una postura inadecuada y le pedimos que se ponga “recta” suele decir que le duele y que esa no es su postura.
- Modificaciones del estado vibracional de la persona.
Conoce nuestro curso de Quiromasaje y Masaje Deportivo VER CURSO
La técnica usada no es lo más importante
Desde el punto de vista del holismo, la esencia del hecho de “curar” reside en nuestra capacidad para escuchar, escuchar al tejido, escuchar con las manos y escuchar al paciente, escuchar con las orejas, percibir, más que en la propia aplicación de las técnicas.
No es una función del masajista u osteópata promover una técnica sobre otra ni tan siquiera razonar sobre el mecanismo por medio del que funciona una técnica.
No importa si de lo que se trata es el cambio se produce por un mecanismo que relaja un músculo, libera un punto gatillo, produce un cambio en el estado sol-gel de un tejido fibroso o restaurar el estado de un receptor de Golgi.
Lo importante es contemplar el patrón de “disfunciones” o dolores que presenta el paciente, comprender las interrelaciones estructurales y entonces aplicar la técnica, aquella que está más a mano del técnico manual, sea la que sea, para resolver el patrón global.
Principios propuestos para la integración de las terapias manuales
- Las intervenciones deben ser mínimas. De alguna manera esta es una reformulación del principio de “primum non nocere” (primero no dañar) atribuida a Hipócrates. El técnico sólo indica, el paciente se cura solo.
- El técnico de actividad física o el terapeuta manual se comunica con la otra persona para aconsejar cambios en una dirección propuesta. Una vez señalada la dirección, el terapeuta se “desentiende” (en un sentido, digamos zen) y la persona sigue la ruta indicada. Puede que su camino le lleve lejos, hasta su curación o se pierda pronto y entonces debemos reorientar.
- La persona pone en marcha sus recursos para reorganizarse ante los cambios del medio externo o interno. El cuerpo tiene sus propios mecanismos para de curación. A veces, el problema está en que estos mecanismos o recursos están estancados o bloqueados. Con una intervención mínima y bien orientada por el masajista o el osteópata, liberamos el bloqueo y empieza la autocuración.
- El movimiento (sea activo o pasivo) es curativo por sí solo. El movimiento libera obstáculos que obstruyen el paso de materiales, energía o información y pone en marcha el bombeo de sangre, el movimiento de la linfa, la entrada y salida del líquido sinovial en la cartílago articular, etc.
- No es adecuado hacer recomendaciones sobre hábitos de vida de nuestros pacientes. Las frases típicas como “usted debería perder peso” o “manténgase erguido y cuide su postura” están condenadas al fracaso. Es la persona que la irá adquiriendo ese nuevo hábito, esa nueva organización corporal o esa nueva forma de moverse. Nosotros le ayudaremos en ese proceso dando información no órdenes.
Consideraciones prácticas
Todo tratamiento debe iniciarse con una evaluación profunda, exhaustiva y prologada en que el terapeuta interroga al paciente desde el momento de la entrevista inicial hasta la fase de comunicación “piel a piel”.
El tratamiento de problemas estructurales desde un punto de vista estructural no será duradero. Es por esto que la medicación, las modalidades de inhibición y las manipulaciones articulares, por ejemplo, por si solas no son suficientes para una mejora permanente.
Es más pensar sólo en que las restricciones son sólo óseas, es un error. Por ejemplo, la fascia también restringe, y otros muchos mecanismos, también producen restricciones.
Como consecuencia, las manipulaciones o “trust”, por si solas, son un error. Potenciar de las expansiones: abrir espacio (interior) en las articulaciones, el tórax, aumentar la amplitud de los movimientos (micromovimientos y macromovimientos), del diafragma…
Otras consideraciones breves sobre lo que es o no es la medicina manual: – Posición en 3D de las estructuras miofasciales que determinará el equilibrio o la falta de él. Debemos prestar atención a las restricciones del sistema fascial:
- No es suficiente calentar un músculo
- No se trata de mover hueso respecto de otro
- No se trata de estirar un músculos o un tejidos rígido
- Respecto a la postura ideal y a la mejora de la postura: no se trata de llegar a imitar un modelo ideal.
- Cada persona tiene su postura, asociada a su personalidad y emociones, aparte de la propia anatomía y fisiología
El papel del especialista en técnicas manuales
Debemos hacernos una idea las reorganizaciones que serán necesarias para establecer un equilibrio integrado de la persona (una “nueva homeostasis”) desde la situación en que se encuentra, el motivo que la conduce a consultarnos. Esto significa:
- Identificar el nivel de organización en el que actuaremos (de micro a macroscópico)
- La actitud intervencionista que vamos a adoptar (desde muy sutil hasta muy intensa)
- La técnica a utilizar (desde las más delicadas hasta las más bruscas) siempre recordando el principio de mínima intervención.
Hay multitud de técnicas manuales que abarcan todas las posibles maneras de actuación con las manos sobre el organismo humano. Cada técnico conoce y utiliza las que ha aprendido o las que le resultan más prácticas o adecuadas a su manera de trabajar y a su manera de concebir la terapia o la intervención manual.
Del gran catálogo de técnicas y sus variantes debemos seleccionar las más adecuadas a cada persona/paciente y a cada momento o situación de consulta.