La osteopatía es una técnica manual que sirve para cuidar a las personas con las manos. En este “cuidar”, caben muchos conceptos como ¿qué es estar enfermos?, ¿qué es la salud? o “tengo un pequeño dolor”.
El concepto de salud puede ser muy debatido y tener filosofías diferentes. Según la OMS, salud es “un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades”.
Según Feldenkrais, “una persona sana es aquella que puede vivir sus sueños no confesados plenamente”.
Como podemos ver, estos dos conceptos distan mucho uno de otro. Sin embargo, si los analizamos bien, cada uno tiene su parte de razón y nos servirá para entender la terapia desde distintos puntos de vista.
La Osteopatía puede ayudar a entender y a restaurar la salud puesto que con las manos, el osteópata detecta disfunciones articulares y orgánicas, bloqueos arteriales o nerviosos, o desequilibrios como rigideces o restricciones al movimiento. Todos estas pequeñas desviaciones de la “normalidad“ afectan al funcionamiento correcto del organismo.
Estos defectos que pueden ser mayores o menores, más o menos graves podríamos decir que son manifestaciones que ocultan afectaciones psicológicas, emocionales o puramente estructurales.
La ley de la arteria aplicada al Hígado
Cuando una arteria está atrapada, la cantidad de sangre que pasa por ella es menor y eso afecta al funcionamiento del órgano que depende de ella. Imaginemos que una arteria lleva sangre al hígado y que dicha arteria está comprimida por una cicatriz. Al no llegar la sangre necesaria, el hígado no funciona con normalidad y esto repercute sobre todo el organismo.
El hígado es la glándula más grande del organismo e interviene en multitud de funciones como:
- Síntesis de proteínas
- Regulación de la glucosa en la sangre
- Fabricación de inmunoglobulinas
- Eliminación de productos tóxicos del metabolismo
- Fabricación de las sales biliares para la digestión de las grasas
El simple hecho de que una arteria esté pinzada por una cicatriz puede hacer que se altere la glucosa en la sangre, que no haya un transporte adecuado de sustancias por la sangre, que nos intoxiquemos parcialmente y que perdamos la integridad o identidad que nos da el sistema inmune.
Todo el organismo se ve afectado y el propio “yo”, la propia persona en sí, se ve alterada.
En medicina china, el hígado corresponde a la organización general de las funciones corporales. En este sentido se encarga de asegurar y regular la libre circulación de la energía vital, el Qi. En esta cultura se considera al hígado como el origen del valor y de la resolución a modo de un general. En la esfera psíquica interviene en la toma de decisiones y organización de nuestra actividad cotidiana.
El Concepto Holístico de la Osteopatía
El paciente es una persona, un organismo complejo que se mantiene en un estado de equilibrio dentro de unos límites (presión arterial, temperatura,…). Estos límites pueden estar sobrepasados puesto que la persona acude a la consulta en busca de ayuda.
Imaginemos el caso que se ha descrito del hígado y de la arteria taponada. ¿De qué se quejaría la persona?… Debilidad por falta de glucosa, ansiedad por pérdida de integridad inmunológica, piel amarillenta por acumulo de residuos. El paciente nos está dando señas, algo no funciona bien. Pero ese algo que no funciona, no es lo primero que vemos, no es lo que nos dice. Puede estar o no en el sitio del que se queja.
El osteópata, con su visión holística, con el tacto exquisito de sus manos debe detectar el síntoma principal y otros secundarios que puede ir hallando o, finalmente, la propia causa en sí.
En osteopatía no existe un origen único de la enfermedad
El tema de la causa “origen de todo” citado antes merece un comentario aparte. Es habitual que para poder trabajar todos los síntomas busquemos una causa principal. Esta es la idea general, pero, ¿verdaderamente las enfermedades tienen una causa determinada? ¿Es posible que no exista esa causa original y que por el contrario haya una acumulación de diversas pequeñas disfunciones?
Volvamos al caso de la arteria obturada que va al hígado. La persona nos dice que está débil y ansiosa. Analizamos a la persona como un todo y detectamos una zona fría en el hígado por falta de irrigación sanguínea. ¿Hemos hallado la causa originaria? Muchos pensarán que sí, pero quedan todavía muchas preguntas por responder.
¿Por qué se ha obturado la arteria? ¿El hígado no tiene recursos para reponerse, extraer y bombear azúcar? Es posible que este proceso de exploración y detección no acabe nunca.
El osteópata con sus manos, cumple una función restauradora pero también preventiva. Las manos del osteópata detectan y restauran zonas de disfunción.
Siguiendo con el caso que estamos comentando, mediante el tacto se puede detectar un bloqueo del diafragma. Puede que el diafragma haya perdido el contacto correcto con el hígado en la articulación visceral que forman. Una manipulación en esta zona puede hacer que la persona respire mejor y active las funciones del hígado.
La Enfermedad como oportunidad de «Crecimiento»
Los síntomas son indicadores de que en el cuerpo algo no funciona bien. Las disfunciones, los bloqueos son oportunidades para preservar nuestra salud.
El osteópata, con las técnicas manuales que usa (desbloqueos, manipulaciones, etc.) puede devolver al paciente a un estado más equilibrado, más estable que el inicial y puede ejercer una acción preventiva.
Un técnico en osteopatía se deja llevar por los caminos que se abren a sus manos, libera y deja espacio en las restricciones corporales y, en definitiva, permite el libre movimiento de la energía vital, concepto que podemos considerar como propio de la medicina oriental como de la occidental.
En ese recorrido de las manos no debe haber ideas preconcebidas, ni pensar de antemano “esta persona tiene…”. La mente abierta nos llevará a diversidad de síntomas y encadenamiento de alteraciones que vamos a ir liberando para mejorar el estado de la persona.
Autor: Santiago Jacomet
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