El masaje es una técnica manual que produce efectos relajantes o estimulantes en el estado de la persona según la técnica que apliquemos. Además, en estos efectos influyen la presión, la profundidad, la velocidad y el ritmo, la dirección entre otras. La capacidad del masajista para lograr uno u otro efecto depende de su sensibilidad, de su capacidad de palpar y presionar en la justa medida.
En general, el masaje se suele utilizar con un objetivo relajante, puesto que muchas personas van a la consulta para liberarse de las tensiones y de la actividad estresante. Sin embargo, a menudo debemos preparar a deportista para la competición y, en este caso, haremos un masaje antes del calentamiento que será activador. El objetivo será, entonces, acelerar el pulso cardiaco, la respiración, aumentar la excitabilidad de los músculos, etc. Todo ello, como vemos, se orienta a aumentar el rendimiento físico del organismo.
No importa si deseas emprender una nueva carrera o enriquecer tus habilidades terapéuticas existentes, nuestro curso en quiromasaje te brindará las herramientas necesarias para ser un experto en ambos enfoques.
El Sistema nervioso vegetativo o autónomo
El sistema nervioso vegetativo o autónomo se encarga de regular funciones vitales. Por ejemplo, se encarga de acelerar o frenar el corazón o los pulmones. Este sistema, que es automático, tiene dos partes: el sistema nervioso simpático (activador) y el sistema nervioso parasimpático (o relajante). La parte del «simpático» nos prepara para la lucha o la huida («fight & flight») y depende de la actividad de la adrenalina y el cortisol. Algunos de sus efectos, en estado de alarma son:
- Aumento de la frecuencia cardiaca.
- Aumento de la ventilación pulmonar.
- Dilatación de la pupila y visión en túnel.
- Sequedad de boca.
- Anulación auditiva.
- Liberación de glucosa por parte del hígado (para tener energía).
- Inhibición de las actividades digestivas.
- Freno a la actividad del sistema urinario.
La parte parasimpática nos prepara para el descanso. Su función es la de descansar y digerir («rest & digest») y depende de la acetilcolina. Los efectos del sistema parasimpático son los inversos a los del simpático.
El Masaje estimulante
El masaje para activar y, por tanto, para estimular el sistema nervioso simpático debe ser intenso. Por este motivo, usamos maniobras enérgicas, como las fricciones, percusiones o vibraciones. Las técnicas que usamos en este tipo de masaje sirven para preparar a la persona ante actividades o situaciones en las que va a tener rendir a alta intensidad. La activación se produce al aplicar estas técnicas que son enérgicas, rápidas y de alta frecuencia.
Es poco habitual que en la consulta nos pidan que hagamos masaje activador, pero en el masaje deportivo es necesario antes de iniciar el entrenamiento o la competición. El masaje pre competición prepara a la musculatura y al resto del aparato locomotor, haciendo este que sea más excitable, elástico y coordinado. Es decir, este masaje forma parte de la preparación necesaria para que el calentamiento que viene después sea más efectivo.
El Mecanismo del estrés
El estrés es un mecanismo mediante el que el organismo reacciona de forma global ante un estímulo. En general, consideramos el estrés como algo negativo, pero a veces, lo necesitamos para reaccionar con intensidad de las situaciones que se nos plantean. El estrés nos hace reaccionar de forma global, en forma de acciones de luchar o huir (fight or flight). Aumenta la frecuencia cardiaca y respiratoria, la dilatación de la pupila, la secreción de glucosa por el hígado o se reduce la actividad digestiva. Estas reacciones de los sistemas corporales se producen gracias a la regulación del sistema nervioso simpático y al sistema hormonal (la hipófisis y las glándulas suprarrenales). Estas últimas segregan adrenalina y cortisol que aumentan la actividad del sistema simpático.
El estrés bueno y el estrés malo
Existen dos tipos de estrés: el bueno o «eustrés» que es el que nos prepara para esfuerzos asequibles y previstos. El malo o «distrés» es el que se produce cuando los estímulos superan la capacidad de procesamiento del cerebro y causan daño en los músculos, cerebro y otros órganos. El estrés malo es el que nos debe preocupar y ocupar como masajistas. La mayor parte de nuestros clientes se quejarán de tener estrés. En realidad, se refieren a que su vida está muy acelerada, con tensiones, falta de tiempo y necesidad de descanso. Se quejan, normalmente, de nerviosismo, falta de sueño, fatiga crónica, etc.
El «euestrés» está relacionado con situaciones puntuales como exámenes o competiciones; y el «distrés» lo está con las actividades de la vida cotidiana, el trabajo o la conciliación familiar.
El Masaje rejalante
El masaje relajante sirve para reducir la actividad del sistema nervioso. A través de los nervios periféricos, los roces suaves llegan al cerebro donde producen su efecto. Estos roces se interpretan como señales de ayuda, como estímulos de los receptores del tacto superficial que, por tanto, reducen la actividad del cerebro. El estado de calma se logra por medio de estímulos amplios y suaves. El roce, además moviliza los líquidos y tejidos superficiales. El aumento de temperatura y reducción de la tensión local, emite señales al cerebro que reducen y calman la actividad.
La persona percibe el masaje como algo beneficioso. Contacta directamente con el masajista quien le transmite confianza. El contacto piel a piel, de la mano con el tejido transmite una sensación de confianza y bienestar. Si el masaje continúa y, se deshacen adherencias y contracturas, la persona notará una mayor mejoría. Las técnicas manuales bien aplicadas, logran un gran bienestar y relajación corporal.
El Masaje como una Profesión
Para practicar el Masaje y lograr los efectos que deseamos, debemos formarnos específicamente en Quiromasaje para adquirir las habilidades, competencias y actitudes necesarias para atender a las personas y obtener los beneficios que se notan después de recibir un masaje. El masaje tiene efectos tanto locales como globales y debemos conocer la manera como se producen unas y potras. Sin embargo, por encima de todo, el masaje es un mecanismo de comunicación, íntimo, mediante al tacto piel a piel entre el masajista y el paciente que tiene el máximo nivel de confianza
- Referencia: Sistema nervioso simpático
- Referencia: Sistema nervioso parasimpático